- Separación altamente eficaz gracias a soluciones de separación avanzadas
- Geometría de cuba y tornillo a medida para unos resultados de separación óptimos
- Control preciso de la concentración de sólidos para una máxima flexibilidad operativa
Un decanter se puede considerar un tanque de sedimentación en torno a un eje. En el tanque de sendimentación, las partículas sólidas, que son más pesadas que el líquido, caen por gravedad y forman un sedimento (fase sólida) en el fondo. Por ejemplo, un decanter para vino se puede entender como una especie de tanque de sedimentación. En una centrífuga, la separación de la fase sólida y líquida se da gracias a la aceleración centrífuga. En el tambor giratorio de la centrífuga, las partículas sólidas, que tienen una densidad más alta y por lo tanto son más pesadas que el líquido, se mueven hacia fuera gracias a la fuerza centrífuga. Esto genera un sedimento en la pared interna del tambor de la centrífuga. Puesto que la fuerza centrífuga de una centrífuga, valga la redundancia, es de aproximadamente 3000 g y la del campo gravitacional de 1 g, la separación de las partículas se da de forma más rápida y eficiente.
Alimentación del decanter
El producto entra a la cámara del tornillo del decantador mediante el tubo de alimentación situado en el centro. Desde ahí, después de una preaceleración suave, llega al tambor del decanter a través de las puertas de distribución.
Tambor del decanter
El tambor del decanter tiene una forma cónica y cilíndrica y gira a una velocidad determinada según las necesidades de separación. En el tambor, la suspensión alcanza la plena velocidad circunferencial formando una capa concéntrica en la pared del tambor de la centrífuga. Los sólidos contenidos en el producto son depositados en la pared del tambor dada su alta densidad y por efecto de la fuerza centrífuga. La longitud del tambor cilíndrico, así como el ángulo de la parte cónica, pueden ser seleccionados y adaptados de acuerdo a los requerimientos específicos de separación.
El tornillo del decanter
El tornillo sinfín gira a una velocidad diferencial baja respecto al tambor y transporta los sólidos depositados de forma continua hacia la parte cónica y final de este. La velocidad diferencial determina el tiempo de permanencia de los sólidos en el tambor del decanter. El tiempo de permanencia es una variable importante para el contenido de sólidos que se quiere alcanzar y puede ajustarse de manera óptima cambiando la velocidad diferencial del tornillo sinfín para obtener, de esta manera, la separación deseada. Dependiendo de la aplicación y la tarea que vayan a realizar, los tornillos se diseñan de forma diferente.
Descarga de sólidos
Los sólidos depositados son expulsados a través de las puertas de salida (ubicadas en la parte cónica final del tambor) y son recogidos en el colector de sólidos que forma una parte de la carcasa de la máquina. Desde allí caen libremente de la máquina.
Represa
El líquido clarificado (fase líquida) fluye hacia la parte cilíndrica final y desde ahí es descargado a través de salidas hacia la carcasa del tambor. En estas salidas se encuentran las placas de regulación (represas) con las cuales se puede ajustar fácil y precisamente la profundidad del estanque (profundidad del líquido) en el tambor. El líquido se recoge en un colector central y luego es descargado por gravedad.
Rodete centrípeta
Como alternativa a la represa, el líquido clarificado también puede ser descargado del tambor a través de un rodete a presión en un sistema cerrado. De esta manera, se evita la necesidad de tener una bomba adicional. Un modelo más avanzado, el del rodete centrípeta ajustable, permite un ajuste continuo de la profundidad del estanque durante el funcionamiento. Esto contribuye a una adaptación rápida y precisa a las condiciones cambiantes, sin tener que parar la centrífuga de Flottweg.